Chupar el chupete de tu bebé para limpiarlo tras caer al suelo puede beneficiar su salud
Chupar el chupete de su bebé para limpiarlo después de que caiga al suelo es una costumbre de muchas madres que otras no harían nunca por considerarla antihigiénica. Una nueva investigación ha revelado que podrían ser beneficioso para la salud del bebé ya que podría ayudarle a prevenir alergias y asma. Un estudio del Henry Ford Health System, en Detroit (Estados Unidos), presentado en la reunión del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (ACAAI, por sus siglas en inglés) ha …
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Cuidado. Si tu hijo se sienta así, NO se lo permitas
Para algunos bebés y niños es muy común sentarse en el piso haciendo una W con sus piernas para poder jugar con sus juguetes. Esta posición se llama W-sit, y según los especialistas es importante que no se los permitamos pues trae consigo varias complicaciones en su cuerpo a corto y largo plazo.
Así que su ves a tu hijo en esa postura debes corregirlo. ¿Cuáles son los daños de esta postura?
- Al sentarse así las rodillas y tobillos tienen una rotación excesiva, lo que provoca contracturas en los músculos de las articulaciones. Puede que en el mismo momento no lo noten, pero sí pueden sufrir dolor más adelante.
- Ciertos estudios revelan que en los niños que adquieren excesivamente esta posición tienen una mayor predisposición a tener pies planos.
- La parte interna de las piernas recibe una presión excesiva. Además, acorta los músculos estabilizadores de la pelvis y la cadera, fomentando como consecuencia las contracturas a este nivel y la alteración de la marcha.
- Pueden sufrir problemas de equilibrio ya que afecta al aparato motor.
- Afecta al desarrollo motor: al limitar las rotaciones de tronco y las transferencias de carga de un lado al otro, dificulta el alcance, así como la aparición de reacciones de enderezamiento y equilibrio, y el paso de la línea media de las extremidades superiores
- Debilita los músculos abductores, rotadores externos y extensores de cadera, por lo que una permanencia en exceso puede llevar a los niños a caminar con los pies hacia adentro.
foto: pinterest/silverrattle.in
Si ves que tu hijo o el hijo de algún conocido opta por esta posición, recomienda de manera inmediata que deje de hacerlo y cuéntale los riesgos que puede tener.
LOS JUGUETES DE 0 A 3 AÑOS
Los juguetes y juegos pueden ayudar al niño/a en su desarrollo evolutivo. Dependiendo de la edad jugarán con unos juguetes u otros como se ve a continuación:
- JUGUETES DE 0 A 6 MESES: Para los recién nacidos lo mejor son los objetos que le obliguen a hacer un seguimiento visual, fomenten su discriminación auditiva y estimulen sus posibilidades motrices. Como por ejemplo son: móviles en las cunas, sonajeros…
- JUGUETES DE 6 A 12 MESES: A esta edad pueden adquirir juguetes que le ayuden a poner en marcha su motricidad gruesa y fina. Es el momento de los juguetes que flotan en el agua para el baño, pelotas, cubos para apilar…
- JUGUETES DE 12 A 18 MESES: En esta etapa como los niños/as ya están empezando a caminar se divierten con juguetes que le faciliten la coordinación de su cuerpo y su orientación espacial. Ya jugarán con instrumentos musicales. También se le puede estimular su lenguaje mientras juegan ya que a estas edades dirán sus primeras palabras.
- JUGUETES DE 18 A 24 MESES: A esta edad los niños/as prefieren los juguetes de movimiento. Como por ejemplo: triciclos, camiones, palas… También querrán juguetes como la cocinita, carritos, bebés, teléfonos…ya que empezarán a querer imitar lo de sus papás y mamás.
- JUGUETES DE 2 A 3 AÑOS: A esta edad los niños/as ya juegan participando con los demás, manejando su coordinación ojo-mano y desarrollando su observación, atención y memoria. Se divertirán con puzzles, cuentos con ilustraciones…
Cada niño nace con una capacidades innatas, sin embargo, es labor de los padres orientarles y guiarles para potenciarlas o, en caso de no tenerlas, estimularlas. Y es que hay habilidades que es necesario aprender para que los niños se desarrollen plenamente, como la capacidad de superación, el esfuerzo, el trabajo, la perseverancia, la autonomía o la fortaleza de carácter.
Category: Desarrollo, Educación, Enseñar, Jugar
El control de esfínteres o el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria se puede abordar alrededor de los dos años. La retirada del pañal es un proceso que requiere su tiempo y para hacerlo hay que realizar antes toda una labor educativa. Es recomendable trabajar la atención, el lenguaje, motivar el interés por el aprendizaje, el conocimiento del esquema corporal…, en definitiva es poner las bases que contribuirán al desarrollo del niño y que en la mayoría de los casos lo hacemos sin darnos cuenta.
El control de esfínteres es el resultado madurativo en todos los órdenes, fisiológico, cognitivo y emocional. Por este motivo no todos los niños lo consiguen al mismo tiempo y hay que respetar el ritmo de desarrollo de cada uno de ellos.
El niño debe tener un desarrollo cognitivo que le permitan canal de comunicación verbal (comprender y utilizar palabras vinculadas a la necesidad), que sea capaz de imitar, de darse cuenta de sus sensaciones.
A nivel afectivo, este proceso va a suponer un gran ejercicio de independencia y responsabilidad, de toma de consciencia de las consecuencias de sus decisiones.
El adulto debe convertirse en un gran estratega de la imaginación y la motivación para hacer el control de esfínteres un reto atractivo y placentero y no una tarea tediosa y aburrida. También tendremos paciencia y comprensión. No tenemos que tener prisas. Aún así, hay unas cuantas rutinas y trucos sencillos que se pueden poner en práctica para facilitar la tarea.
- Colocar un orinal con asiento en un sitio visible y conveniente. Transmitir al niño que es ahí donde él hará sus necesidades. «Este es tu orinal. Este es el que vas a usar (emplear los términos que utilice el niño para orinar y defecar)». Hacer ver al niño que se trata de su orinal «especial y maravilloso».
- Dejar que el niño se acostumbre al asiento. Elegir el momento en el que con más probabilidad el niño haga deposición (p.ej. después de las comidas). No obligar nunca al niño a sentarse en el orinal.
- Animar al niño a ver como padres o hermanos usan el retrete. Explicar «así es como hacemos caca». Dejar que el niño vea como marcha la caca al tirar de la cadena y le diga «adiós» con la mano (no hacerlo si el ruido o caída del agua asusta al niño).
- Intentar que el niño se siente en el orinal. Sin prisas ni esperar resultados inmediatos, pero si sucede, alabar al niño. Ir trasladando progresivamente el orinal hacia el cuarto de baño.
- En presencia del niño coger una deposición del pañal y tirarla al orinal. Decirle al niño que es allí donde deben estar la orina y las heces. Luego tirar el contenido del orinal al retrete. Decir «adiós, caca», en presencia del niño, al tirar de la cadena.
- Preguntar al niño durante el día ¿tienes ganas de hacer caca? para llamar su atención hacia las sensaciones corporales. Observar al niño para ver si presenta signos de micción o defecación inminente. Decir «vamos a quitarnos los pantalones y hacer caca». Ayudar al niño a quitarse la ropa y sentarse en el orinal. Dejarlo sentado todo el tiempo que quiera. Alabar el éxito, pero no criticar el fracaso. («Bueno, no querías. Vale, la próxima vez será»).
- Reforzar las características positivas del control de esfínteres en el niño (p.ej. «Como un niño mayor», «Tan bien como lo hace mamá», «¡Lo has hecho solo!») y alabar los éxitos cuando se consigan.
- Una vez que se ha establecido una pauta semiinconsciente de orinar o defecar en el orinal, preguntar al niño si quiere dejar los pañales y colocarse ropa interior «como un niño mayor” durante el día. Admirar al niño porque ya pantalones de niño mayor.
- Una vez que se ha conseguido el control, intentar que lo haga en el retrete.
- La continencia nocturna general se consigue unos meses después de que se haya logrado la diurna. No necesita una estrategia especial; simplemente preguntar al niño si desea probar a no tener pañal durante la noche.
Es importante que el niño haga caca sin pañal para evitar problemas de estreñimiento por aguantarse las ganas. Puede ser que las primeras veces se asuste o tenga miedo. Es normal, para él es todo nuevo.
El pipí no supone ningún problema simplemente que moje la ropa. Nunca regañarle, solo explícale que se ha escapado y que tiene que tener cuidado la próxima vez.
El agua es un elemento imprescindible para el funcionamiento del organismo, que está formado en gran parte por este elemento. En un lactante el 70% del peso corporagua es un elemento imprescindible para el funcionamiento del organismo, que está formado en gran parte por este elemento. En un lactante el 70% del peso corporal de un lactante (hasta los 24 meses) es agua, mientras que en los adultos esa proporción es de un 50%.
Algo que parece muy elemental pero donde queremos hacer hincapié para fomentar una Alimentación saludable Alimentos y vida sana Alimentación Consciente.
LA IMPORTANCIA DEL AGUA EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL
El desarrollo infantil se refiere a los cambios que los niños/as atraviesan en todas sus dimensiones como persona, emocional y social, física y los prepara para una vida autónoma.
A medida que el desarrollo de los niños/as avanza sus reacciones emocionales van cambiando tanto en sus sistemas de expresión como en la creciente conciencia que los acompaña.
El desarrollo emocional se refiere al proceso por el cual los niños/as construyen su identidad, autoestima, seguridad y la confianza en sí mismos.
A continuación, se va a desarrollar la educación emocional según la edad,
- De 0 a 12 meses: Las emociones normalmente empiezan en la cuna, incluso antes de nacer, ya que al nacer el bebé está indefenso y dependiente del entorno que le rodea, el cual le presta la ayuda que necesita.
Durante los 3 primeros meses sus reacciones emocionales tanto si se sienten bien o mal son exageradas, como son el llanto, las reacciones positivas y la sonrisa.
A partir de los 4-5 meses aparece la rabia y el disgusto.
A partir de los 6-8 empiezan a reaccionar ante lo desconocido con tensión y miedo y a tener el sentido de la broma.
A los 9 meses expresan alegría, disgusto y rabia y también se dan cuenta si las personas están contentas o enfadadas.
- De 13 a 18 meses: En estos meses aparecen tanto los besos y abrazos y empiezan a ser más amorosos como también aparecen los celos.
- De 19 a 24 meses: En estos meses puede aparecer un período emocional de difícil manejo ya que el deseo de independencia y autonomía de los pequeños riñe con su necesidad actual de dependencia.
- De 25 a 36 meses: Los niños/as de estas edades pegan de un modo involuntario cuando no pueden conseguir algo que quieren, pero lo hacen sin intención de hacer daño.
En estos años también aparece la envidia a medida que descubre el sentido de la pertenencia.
Los bebés empiezan a gatear entre los 6 y 10 meses. Hay que tener en cuenta que todos los niños tienen su propio proceso y no todos son iguales; algunos gatean a esa edad, otros lo hacen después. En general los bebés gatean antes de empezar a caminar. Ésta es una etapa más en su desarrollo psicomotor, ya que requiere una gran coordinación de brazos, piernas y se tonifican los músculos. Adquieren independencia
Favorece la coordinación entre lo que el ojo ve y lo que la mano y el pie hacen. Al niño le será más fácil caminar si coordina bien los pies. Además, éste aspecto es muy importante para aprender después a leer y escribir.
Ayuda al equilibrio, el niño tiene que aprender a no irse para los lados o hacia delante.
Cuando un bebé empieza a gatear…. se acabó la tranquilidad, descubre nuevos mundos, terrenos inexplorados hasta ahora y cosas, a las que ahora pueden llegar; muebles bajos con puertas o cajones,… Cuando gatee, pon protecciones en las escaleras, ventanas, balcones, enchufes, esquinas…vigila que no haya cables sueltos.
Cuando pensamos en jugar, pensamos en juegos, jugar con muñecas, coches, correr, saltar, montar en bici, … pero no; JUGAR es más importante de lo que pesnamos no solo en el aspecto de diversión, sino como función educativa. En la etapa de 0 a 3 años hay que buscar cientos de técnicas de enseñanza-aprendizaje para que los niños/as presten atención y no se distraigan a la hora de enseñarles cualquier cosa, cuando le contamos un cuento, etc. Por eso lo más fácil es hacerlo através del juego o con materiales atractivos para ellos para que su atención se centre en nosotros. Uno de los objetivos primordiales que tenemos es MOTIVARLOS. Cuando queremos que los niño/as aprendan ciertos conceptos podemos hacerlo de muchas formas: con láminas de fotos, usando el ordenador, objetos y haciendo que ellos participen como forma de juego ya que para ellos será más fácil captar los conceptos y los objetivos que queremos conseguir. En la primera infancia se convierte en juego cualquier experiencia y es jugando como se realizan la mayoría de los aprendizajes.